AUTONOMÍA Y
HETERONOMÍA: LAS DOS DIMENSIONES NECESARIAS DE LA LIBERTAD
En
el terreno de la Ética y de la Moral, podemos definir a la Autonomía como la
capacidad de bastarse a sí mismo para preservar la propia individualidad, pero
esta definición es imposible entenderse de una manera plena si no tomamos en cuenta
otro termino importante el cual es la Heteronomía, la cual se define como
la voluntad que no está determinada por la razón del sujeto sino por algo
externo, ambos elementos son indispensable para poder hablar de la
libertad. La libertad desde la perspectiva de la filosofía
aristotélica atomista la podemos definir como una facultad
mediante la cual determina a sí mismo a la acción en vista de un objeto que se
ha fijado, después de haber considerado las implicaciones morales y las consecuencias
prácticas que tal acción afecte a su vida.
Ahora si habiendo distinguido entre la Heteromancia nos queda ya solamente mencionar en esta ocasión los puntos más importantes de la Autonomía. Uno de los más grandes exponentes de la teoría de la Autonomía es el filósofo alemán Emanuel Kant, Kant incorpora su teoría de la libertad, de la cual es una parte importante. Para Kant la Autonomía es la condición intrínseca de la libertad, y por tanto de la moralidad, es la facultad que tiene la voluntad para auto determinarse solo por respeto al deber, de esta manera Kant sostiene que solamente un hombre puede ser responsable de sus actos cuando es autónomo, es decir, cuando consciente mente y libremente realiza una acción. La Autonomía como la entiende Kant es condición necesaria para la libertad y la raíz de la moralidad. Gabriel Marcel en su obra La Acción expone la Autonomía es necesaria para la libertad, pero también advierte que cuando la Autonomía se convierte en una facultad que solo desea quedarse solo en si misma, en sus propias fuerzas sin tener en cuenta lo exterior así, la Autonomía terminaría por pervertirse, por eso Marcel indica que es necesario algo externo a lo cual la Autonomía lo pueda hacer como suyo, esta es la Heteronomía, pero recalca que no se trata solamente de proponer desde afuera un deber a la libertada, sino que se trata de descubrir el deber de la libertad misma y de encontrar, en lo que ella no es todavía, el deseo secreto de lo que ya es, es decir el fin último hacia el cual debe de tender: la plenitud.
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