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sábado, 22 de noviembre de 2014

CONOCIMIENTOS DE LAS FUENTES DE SENTIMIENTOS Y ACCIONES

CONOCIMIENTOS  DE LAS FUENTES DE SENTIMIENTOS  Y ACCIONES

Muchas son las fuentes de nuestros sentimientos y acciones, pero aquí seguimos la propuesta de A. Heller. Para esta autora, “sentir significa estar implicado en algo” (Heller, 1989: 15). Como la misma autora lo plantea, la afirmación parece una antología, al menos mientras no sepamos el sentido de “estar implicado en algo”. De muchos modos sabemos que estamos implicados en algo, como cuando observo el avance de las nubes en el cielo azul, puedo hacerlo porque pongo atención en ello, me implico. Lo mismo pasa cuando sólo subrepticiamente veo esas nubes pasar. En el primer caso la implicación es activa, en el segundo es más bien indirecta. Así que de muchos modos se da la implicación: positiva, negativa, activa, reactiva, directa, indirecta. Sea el modo que sea, estar implicado es estar de cuerpo entero o en parte, y sentir algo, tener sentimientos que nos recorren y nos hacen estar de cuerpo presente o poner al menos un poco de atención. En este sentido, la fuente de nuestros sentimientos y acciones está ligado al tipo de relación o implicación que tenemos con otras personas.

Esto es lo que permite a Inti decir: “además aquí es donde está la fuente de nuestros sentimientos y acciones, porque es el lugar donde más intimidad y cercanía tenemos con quienes viven con nosotros, estamos más implicados y de ese modo desarrollamos sentimientos y actuamos con ellos”.

Discute las siguientes preguntas:

¿Para querer a alguien necesitas conocerlo, saber algo de esa persona?

¿Se quiere a las personas porque estamos implicados con ellas o hay que implicarse para quererlas?

¿Puedes querer a una persona porque no la conoces y tienes ninguna implicación con ella?

¿Tus amigos lo son porque los conoces o porque los necesitas?

¿Quieres a tu novia(o) porque te has implicado con ella o te has implicado con ella para llegar a quererla?

Llena la siguiente tabla. En el primer cuadro se enlistan personas, lugares y cosas con las que tenemos mucha o poca implicación. En el segundo se pide escribas el grado de implicación con las personas, lugares o cosas. En el tercer cuadro debes escribir el tipo de sentimientos que generan tales implicaciones y por qué esos sentimientos y no otros.

IV. Circunstancias


De modo ciertamente impreciso podemos definir la palabra circunstancia como el lugar donde nos tocó vivir. En términos de definición, circunstancia es todo los que nos rodea en tanto nosotros estamos parados. Por esta razón, Alberto puede decir “Me parece…que la forma en que vivo, que se compone por el lugar donde nací, y donde vivo ahora, los libros que leo, los programas de televisión que veo, las redes sociales en Internet donde participo, la escuela a la que asisto, los alimentos que consumo, los amigos y la familia que tengo, todo ello son mis circunstancias…”. El problema con nuestras circunstancias es saber si deciden nuestra historia o nosotros podemos delimitarlas para hacer nuestra historia. Para aclarar este problema debemos reparar en lo que ya había dicho Ortega y Gasset “Yo soy yo y mi circunstancia, y si no la salvo a ella no me salvo yo” (Ortega y Gasset, 2010: 77), y el modo de salvarme es “…buscar el sentido de lo que nos rodea” (Ortega y Gasset, 2010: 78). En la medida en que se vive con sentido lo que nos rodea, en esa medida tendemos a cambiarlo. De lo contrario lo que nos rodea, la circunstancia, termina por hacerse algo natural impidiendo nuestra salvación y la salvación o cambio de la misma circunstancia. Vivir una vida plena es vivir la con sentido.



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